Cómo mejorar el branding de tu empresa: una guía para construir marca con criterio
El branding no es solo el logotipo o los colores de una empresa. Es la forma en la que una marca se presenta, comunica y se percibe. Abarca desde la identidad visual hasta la manera de hablar, el tono con el que se dirige a su público y la experiencia que genera en cada punto de contacto.
Mejorar el branding implica alinear la estrategia, el diseño y la comunicación para construir una marca coherente, reconocible y con propósito. En un entorno donde la diferenciación es cada vez más difícil, la solidez de una marca se convierte en su principal activo.
Entender el punto de partida
Antes de mejorar, es necesario diagnosticar. Muchas empresas operan con una identidad que se ha quedado atrás o que ya no representa su realidad actual. La falta de coherencia entre lo que la empresa es y lo que comunica genera confusión y resta credibilidad.
Un proceso de mejora de branding comienza con una fase de análisis:
- Percepción externa: cómo te ven tus clientes, competidores y empleados.
- Identidad interna: qué valores, tono y personalidad quieres proyectar.
- Competencia: cómo se están posicionando las marcas del sector.
- Coherencia visual y verbal: si todos los elementos de comunicación transmiten el mismo mensaje.
El objetivo de esta fase es identificar las brechas entre la intención y la percepción. Solo desde ese punto se puede construir una marca sólida y coherente.
Redefinir la estrategia de marca
El branding no empieza en el diseño, sino en la estrategia. Mejorar una marca requiere definir un propósito claro y una narrativa que conecte con las personas.
Algunos pilares estratégicos esenciales son:
- Propósito: por qué existe tu marca más allá de lo que vende.
- Valores: principios que guían su forma de actuar y comunicar.
- Personalidad: cómo se comportaría tu marca si fuera una persona.
- Propuesta de valor: qué ofrece que los demás no pueden ofrecer igual.
- Público objetivo: quién es tu cliente ideal y qué espera de ti.
Una vez definida la base estratégica, el diseño y la comunicación se convierten en herramientas para expresar esa identidad, no al revés.
Alinear la identidad visual
El diseño es el lenguaje visual del branding. Una marca coherente debe ser reconocible en todos los soportes, desde su web hasta sus redes sociales, materiales corporativos o espacios físicos.
Mejorar la identidad visual puede implicar ajustes o rediseños más profundos:
- Actualización del logotipo para reflejar una imagen más contemporánea.
- Revisión de la paleta de colores y la tipografía para reforzar la personalidad de marca.
- Creación de un sistema gráfico flexible, capaz de adaptarse a distintos formatos.
- Desarrollo de un manual de identidad visual que garantice coherencia en el tiempo.
Una marca visualmente sólida transmite profesionalidad y genera confianza. Pero, sobre todo, hace que tu empresa sea reconocible y recordada.
Gestionar la coherencia en todos los puntos de contacto
El branding no termina en la fase de diseño. Su valor real depende de cómo se implementa y se gestiona en el día a día.
Una marca sólida mantiene coherencia entre lo que promete y lo que entrega. Esto implica alinear:
- Comunicación interna y cultura corporativa.
- Experiencia del cliente en todos los canales.
- Materiales comerciales, digitales y presenciales.
- Políticas y comportamientos de la organización.
Una marca coherente no necesita explicarse: se reconoce por su forma de actuar.
¿Cómo lo abordamos en Vallena Estudio?
En Vallena Estudio entendemos el branding como un proceso de construcción estratégica. Acompañamos a empresas en todas las etapas del desarrollo de su marca: desde el diagnóstico y la estrategia hasta el diseño y la implementación.
Nuestro enfoque combina visión estratégica, diseño sólido y comunicación coherente. Ayudamos a las empresas a actualizar su identidad, fortalecer su posicionamiento y conectar con su público a través de una marca que transmite lo que realmente son.